Adentrarse en el mundo del cannabis medicinal es tomar una decisión consciente hacia el alivio de afecciones de la salud, más que un viaje recreativo.
En este contexto, cualquier variedad que contenga cannabinoides en cantidad efectiva puede considerarse medicinal.
Sin embargo, la elección de la variedad según sus efectos para condiciones específicas de la salud es un paso más complejo.
Muchos pacientes, incluyendo la mayoría de nuestros clientes, se encuentran en terreno desconocido al abordar el cannabis con propósitos medicinales, sin experiencia previa en su cultivo o consumo con este fin.
En este artículo de Knabis Green, exploramos cómo elegir la variedad adecuada de cannabis medicinal según sus efectos.
¿En qué casos se suele recetar el cannabis medicinal?
El cannabis medicinal se prescribe para aliviar una variedad de síntomas de salud, incluyendo:
- Calambres musculares y espasmos causados por esclerosis múltiple o lesiones medulares.
- Náuseas, debilidad, pérdida de peso y falta de apetito asociado con cáncer o SIDA.
- Náuseas y vómitos causados por la administración de medicamentos, quimioterapia o radioterapia en el tratamiento de enfermedades como cáncer, hepatitis C, VIH o SIDA.
- Dolor crónico, especialmente cuando está vinculado al sistema nervioso o es resultado de daños neuronales.
- Glaucoma resistente a la terapia.
- Síndrome de Tourette.
Además, se utiliza para contrarrestar los efectos secundarios de tratamientos relacionados con:
- Cáncer.
- Enfermedad de Parkinson.
- Esclerosis múltiple.
- Psoriasis.
- Epilepsia.
- SIDA.
- Dolor crónico resistente a tratamientos convencionales.
Indica o sativa: ¿cuál es mejor para un uso medicinal?
Comprender las diferencias clave entre las variedades indica y sativa en términos de aplicaciones medicinales es crucial al seleccionar una variedad de cannabis.
Estas indicaciones sencillas pueden orientarte sobre los usos medicinales más comunes de las variedades índica y sativa:
La ÍNDICA suele utilizarse medicinalmente para:
- Lograr un efecto sedante o sensación de «colocón».
- Proporcionar una sensación centrada en el cuerpo, con un efecto relajante que reduce la tensión muscular.
- Tratar espasmos y temblores musculares, como los causados por la esclerosis múltiple y la enfermedad de Parkinson.
- Aliviar el dolor crónico.
- Tratar la rigidez y la inflamación artrítica y reumática.
- Reducir el insomnio, la ansiedad y condiciones relacionadas.
Algunas de nuestras cinco principales variedades de índica son:
- Master Kush (90 – 100 % indica) – semillas regulares; semillas feminizadas; semillas autoflorecientes.
- Shiva Skunk (85 % indica) – semillas regulares; semillas feminizadas; semillas autoflorecientes.
- Big Bud (85 % indica) – semillas regulares; semillas feminizadas; semillas autoflorecientes.
- Sensi Skunk (80 % indica) – semillas regulares; semillas feminizadas; semillas autoflorecientes.
- Super Skunk (80 % indica) – semillas regulares; semillas feminizadas; semillas autoflorecientes.
Desde el punto de vista medicinal, la sativa dominante se emplea comúnmente para:
Producir un efecto eufórico, enérgico y cerebral que se experimenta tanto en la mente como en el cuerpo.
- Tratar las náuseas, como las causadas por la quimioterapia o medicamentos para el VIH/SIDA.
- Estimular el apetito.
- Aliviar las migrañas.
- Combatir la depresión.
- Manejar el dolor crónico y síntomas similares.
Algunas de nuestras cinco principales variedades de sativa son:
- Jamaican Pearl (85 % sativa) – semillas regulares; semillas feminizadas.
- Michka (80 % sativa) – semillas regulares; semillas feminizadas.
- Northern Lights 5 x Haze (70 % sativa) – semillas regulares; semillas feminizadas.
- White Diesel Haze (70 % sativa) – semillas autoflorecientes.
- X Haze (60 % sativa) – semillas feminizadas.
¿Se puede hacer un uso del cannabis medicinal de cepas híbridas?
En cuanto al uso medicinal del cannabis medicinal híbrido, cabe destacar que el cruce entre una índica y una sativa da origen a una variedad híbrida. Y aunque las híbridas suelen ser las más comunes en el mercado, existen distintas clasificaciones.
Cuando la composición favorece considerablemente un tipo de cannabis medicinal sobre el otro, se describen simplemente como indica o sativa (o indica dominante y sativa dominante).
Las híbridas equilibradas exhiben características de ambas variedades de cannabis medicinal. Esto puede ser beneficioso, por ejemplo, cuando se prescribe cannabis medicinal para aliviar el dolor crónico, ya que las variedades indica y sativa son adecuadas para este propósito.
La adición de genes sativa a una variedad índica puede ayudar a lograr una mayor claridad mental y a disminuir los efectos sedantes.
Por otro lado, la introducción de genes índica a variedades sativas puede reducir la tendencia de las sativas puras a estimular ocasionalmente la ansiedad.
¿Para su uso medicinal, es mejor el THC o el CBD?
En relación con el consumo de cannabis medicinal, surge la interrogante: ¿es preferible el THC o el CBD?
El THC, que suele estar más presente en las cepas de sativa, es responsable de la alteración mental que ha marcado la historia del cannabis, tanto en términos de elogios como de críticas.
En contraste, el CBD, más presente en las cepas de índica, actúa de manera más efectiva a nivel corporal, induciendo relajación y contrarrestando posibles efectos adversos del THC, como la ansiedad.
La elección entre ambos depende del uso y la condición de salud que se desee tratar. No obstante, es importante tener en cuenta que la flor de la índica también contiene THC, aunque en menor medida, mientras que la sativa también contiene CBD, pero en menor cantidad.
Si se prefiere consumir, por ejemplo, solo CBD, lo mejor es optar por los aceites o productos que especifiquen que no contienen la sustancia psicoactiva del THC.
Recuerda siempre consultar con tu médico:
Si estás considerando la posibilidad de incluir el cannabis medicinal en tu tratamiento, es fundamental mantener una conversación abierta y detallada con tu médico.
Tu profesional de la salud podrá brindarte información específica sobre cómo el cannabis podría interactuar con otros medicamentos que estés tomando, además de adaptar el plan de tratamiento de manera personalizada.
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